MÁS QUE UNA COMIDA, UN RECUERDO
EL SABOR INCONFUNDIBLE DE LA FELICIDAD ¿Cuántas veces te ha pasado? Pisas la calle y, de repente, un olor te transporta. Tal vez sea ese aroma a fritura recién hecha que te recuerda a las tardes de feria con las flores fritas , a las risas con amigos y al subidón de azúcar. O quizás el dulce olor a caramelo que te lleva a la infancia, a las manos pegajosas y a la emoción de ver cómo una máquina crea magia . Es curioso cómo un simple sentido como el olfato puede despertar memorias tan vivas. Y es que detrás de cada uno de esos momentos hay una máquina, una herramienta que hace posible esa magia. Yo, por ejemplo, siempre he tenido debilidad por la comida que se prepara en los puestos ambulantes, como las porras o los buñuelos de viento , que aunque también los hago en casa. Me recuerdan a las fiestas de los pueblos. De hecho, mi abuela me contó que antes de la llegada de la tecnología, preparar estas delicias era un trabajo manual y muy laborioso. Hoy en día, gracias a la innovació...